EL CRISTIANO SIGUE LA LLAMADA DEL PASTOR

April 24, 2016 radioluz
La Iglesia ha elegido este domingo, en que se lee la parábola del buen pastor, para pedir por las vocaciones al sacerdocio y la vida religiosa. ¿Qué tiene que ver un pastor y la vocación? El Buen Pastor representa a Jesucristo que nos cuida personalmente y que está dispuesto a dar su vida por nosotros. Y el sacerdote es “otro Cristo” al que se le ha confiado el cuidado de un buen número de cristianos. Ninguno de nosotros puede decir: “No me interesa el tema”, porque a todos nos afecta directamente el hecho de que podamos tener muchos y santos sacerdotes.
Una tarde hace muchos años, un niño llamó a la puerta donde vivía San Juan Bosco en la ciudad de Turín, Italia. Este le preguntó: “¿Qué quieres?” Y el niño le dijo: “¡Quiero ser sacerdote!” Se llamaba Domingo Savio. Detrás de cada vocación hay un misterio de amor. La idea de llegar a ser sacerdote no viene espontáneamente ni por casualidad. Es Dios el que llama, pero necesita encontrar un alma bien dispuesta a escuchar y a seguir la vocación. “Mis ovejas oyen mi voz. -dice Jesús-.Yo las conozco y ellas me siguen”.
Hoy es el día de las vocaciones sacerdotales y religiosas. Nos quejamos de que los seminarios y las casas de formacion  estén vacíos. Se habla de crisis vocacional. ¿Será que Dios se ha cansado de llamar? No, Dios sigue llamando, pero hace falta que en las familias reine un ambiente cristiano fervoroso, hace falta que en las parroquias se promuevan las actividades formativas y apostólicas, hace falta educar a la generosidad para no negarle nada a Dios cuando Él pide algo. Hay que rezar mucho por las vocaciones. Y si está en tus manos, ayuda económicamente para el sostenimiento de un seminarista, como si fuera tu propio hijo.
El Papa Francisco  está convencido de que las vocaciones a la vida consagrada surgen de las familias cristianas. El domingo 4 de febrero, después de la oración del Ángelus, el Papa comentó: “Un clima familiar sereno, iluminado por la fe favorece el surgimiento y florecimiento de vocaciones al servicio del Evangelio”. Se puede decir que la crisis de vocaciones es una crisis de la familia.
¿Alguno de tus hijos ha manifestado inquietudes vocacionales? ¿Conoces a niños o jóvenes en tu medio ambiente que necesitan una palabra, una ayuda, una oración para madurar su decisión de seguir a Jesucristo? Tú puedes ser un promotor vocacional cultivando la práctica de la vida cristiana entre los que te rodean. ¡Una vocación sacerdotal puede depender de ti!